El 1 de enero de 2018 entró en vigor el nuevo reglamento de utilización de amalgama dental en clínicas odontológicas. Esta aleación de mercurio con diferentes metales, como el estaño, la plata o el cobre, lleva siendo utilizada por los odontólogos durante más de 100 años. ¿El motivo? Dura más y es más accesible que otros materiales de empastes dentales.
Dada su durabilidad, se ha usado de forma regular para reconstruir dientes dañados por las caries. Es un material que se endurece rápidamente, por lo que es bastante útil para aplicarlo en zonas con humedad constante, como el área de debajo de las encías.
La amalgama también se ha empleado en niños y en personas con dificultades para permanecer inmóviles durante el tratamiento, debido a que, con el uso de este material, se necesita menos tiempo para realizar las restauraciones.
Amalgama dental, ventajas y desventajas
El uso de la amalgama ha dado lugar a uno de los debates más polémicos en el sector dental en la última década.
Sin duda, la dureza, la resistencia y la durabilidad de la amalgama son las características que la convierten en una opción especialmente útil cuando las caries son de gran tamaño o se producen obturaciones en dientes posteriores, como los molares y premolares, los cuales ejercen la máxima presión durante el proceso de masticación.
Por otro lado, la amalgama dental cuenta también con importantes desventajas, como su falta de estética o su inadecuada adhesión a las estructuras dentarias. Sin embargo, el inconveniente más importante que presenta y que mayor controversia ha creado se refiere a la emisión de contaminantes del mercurio.
Este hecho representa una amenaza global para el medio ambiente y la salud humana. Por ello, el Consejo y el Parlamento de la Unión Europea han aprobado una serie de medidas para regular las emisiones en el aire y en el agua de este tóxico metal.
Nuevo reglamento de amalgama dental
En el año 2013 se aprobó un convenio internacional sobre el mercurio, llamado “Convenio de Minamata”, cuyo objetivo principal es proteger la salud humana de los efectos nocivos que puedan ocasionar las emisiones de mercurio.
Esta serie de medidas han trascendido hasta el sector dental, en el cual, durante la última década, se ha mantenido la incertidumbre acerca de la prohibición absoluta de la amalgama dental.
Finalmente el Parlamento Europeo aprobó en marzo de 2017 una nueva legislación que limita el uso del mercurio, controla los residuos que genera y dictamina que todas las clínicas dentales deberán utilizar separadores de amalgama.
El nuevo reglamento ha entrado en vigor a principios de este año y aunque no prohibirá de momento la utilización de la amalgama dental, sí se tomarán las siguientes medidas:
- A partir del 1 de julio de 2018 no podrá utilizarse amalgama para el tratamiento dental en niños con dientes de leche, en menores de 15 años y en mujeres embarazadas o en período de lactancia, a no ser que existan necesidades médicas concretas y el profesional lo considere conveniente.
- A partir de 2019 se prohibirá en toda la Unión Europea el uso de la amalgama dental que no se dispense en su forma encapsulada. Además, los dentistas tendrán suprimido el uso de mercurio a granel.
- A partir de enero de 2019 serán obligatorios los separadores de amalgama de los equipos dentales: “las instalaciones dentales que utilicen o retiren amalgamas dentales o que extraigan dientes con amalgama, deberán asegurarse de equipar sus instalaciones con separadores de amalgama al objeto de retener las partículas de amalgama, incluyendo las contenidas en aguas residuales”.
Una opción a tener en cuenta es incluir en tu clínica un filtro separador de amalgama. Este, va conectado directamente a los tubos del sistema de aspiración. Evita la acumulación de amalgama y otros materiales que pueden obstruir el sistema de aspiración.
Además, la normativa establece que los nuevos separadores de amalgama adquiridos desde enero de 2018 deben asegurar una retención de, al menos, el 95% de las partículas de amalgama. Añade también que los dentistas deberán asegurarse de que los residuos de amalgama, así como los dientes contaminados por la misma, serán manipulados y recolectados por una empresa de gestión de residuos autorizada. Todos los separadores deben cumplir con este nivel de eficiencia en el filtrado antes del 1 de enero de 2021.
Siguiendo esta normativa se pretende regular la manipulación de la amalgama dental, limitar su uso y controlar los residuos que genera.
En DVD Dental contamos con una amplia gama de soluciones que se ajustan al nuevo reglamento y a las necesidades de toda clínica dental.
Me parece genial. Porque solo hablan de las amalgamas. Que empeño por terminar con ellas cuando no existe de momento mejor material. Ahora hablen y comenten los problemas y riesgos que existen con los composites que también los hay. Avanzamos hacia una población con más edentulismo. Quizá hay muchos intereses por ahí.