La diabetes, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo, no solo implica un control riguroso de los niveles de glucosa en sangre. Sus efectos se extienden a múltiples áreas de la salud, y la salud bucodental no es la excepción. Para los profesionales de la Odontología, entender la conexión entre diabetes y salud oral es crucial para brindar un tratamiento integral y evitar complicaciones que pueden afectar gravemente la calidad de vida de los pacientes.
Diabetes y salud oral: una relación más estrecha de lo que crees
Los pacientes con diabetes, ya sea tipo 1 o tipo 2, que no tengan un control estable de glucosa en sangre, tienen un riesgo significativamente mayor de desarrollar problemas de salud oral. ¿La razón? El control deficiente de la glucosa en sangre influye directamente en la cavidad oral, ya que crea un entorno propicio para la proliferación de bacterias que causan enfermedades periodontales.
Desde una gingivitis leve hasta una periodontitis avanzada: sea cual sea la enfermedad periodontal lo cierto es que éstas son más comunes y severas en personas con diabetes. Los altos niveles de glucosa en la saliva alimentan a las bacterias que se adhieren a los dientes y encías, lo que contribuye a la formación de placa dental. Esta placa, si no se elimina con un cuidado oral adecuado, puede endurecerse y convertirse en sarro, siendo también un foco importante de microorganismos patógenos, y provocando inflamación y sangrado de las encías, que a su vez pueden llevar a la pérdida de tejido óseo y de dientes.
Pero la relación no es unidireccional. Y aún más peligrosa, las enfermedades periodontales, a su vez, también pueden dificultar el control de la diabetes. La inflamación crónica de las encías aumenta la resistencia a la insulina, lo que complica aún más la gestión de la diabetes. Un círculo vicioso que debemos prevenir desde la práctica odontológica.
Los efectos de la diabetes en la salud oral
Como podemos deducir de lo anterior, son muchas las correlaciones entre diabetes y salud oral que pueden acarrear problemas más graves si no se previenen a tiempo:
- Boca seca (xerostomía). La diabetes puede reducir la producción de saliva, lo que provoca sequedad en la boca. La saliva no solo mantiene la boca húmeda, sino que también ayuda a neutralizar los ácidos producidos por las bacterias y a limpiar las partículas de alimentos. Sin una cantidad adecuada de saliva, los pacientes son más susceptibles a la caries y a las infecciones bucales.
- Infecciones fúngicas. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de desarrollar infecciones fúngicas, como la candidiasis oral. Esta infección, causada por el hongo Candida albicans, se manifiesta como manchas blancas en la lengua y en otras áreas de la boca. Puede ser dolorosa y dificultar la alimentación y hasta el habla.
- Cicatrización más lenta. Uno de los desafíos en el tratamiento odontológico de pacientes diabéticos es la cicatrización lenta de las heridas, de especial importancia para procedimientos como las extracciones dentales o las cirugías periodontales. La capacidad reducida para sanar no solo prolonga el tiempo de recuperación, sino que también aumenta el riesgo de infecciones postoperatorias.
- Mayor incidencia de caries. La combinación de boca seca y niveles elevados de glucosa en la saliva crea un entorno ideal para el crecimiento de bacterias cariogénicas. Por lo tanto, los pacientes diabéticos tienen un mayor riesgo de desarrollar caries, incluso cuando mantienen una buena higiene oral.
- Pérdida dental. La periodontitis no tratada puede llevar a la pérdida de dientes, un problema que afecta tanto la función como la estética de la cavidad oral.
Estrategias de prevención para mejorar la salud oral de paciente diabético
Cada paciente es único y sus necesidades también. Para ofrecer un servicio de excelencia en Odontología se impone, por tanto, la necesidad de tratar de manera personalizada a los pacientes con diabetes. Aquí te ofrecemos algunas estrategias de prevención clave:
- Recomendamos que los pacientes diabéticos visiten al dentista al menos cada seis meses, y con mayor frecuencia si presentan problemas periodontales. Las revisiones regulares permiten detectar y tratar cualquier problema de salud oral en etapas tempranas.
- Es fundamental que los pacientes mantengan una rutina de higiene oral rigurosa, con un cepillado en profundidad de, al menos, dos veces al día con una pasta dental fluorada, hilo dental, cepillado interproximal y enjuagues bucales antibacterianos.
- Es muy interesante la colaboración con otros profesionales de la salud, como endocrinólogos, para ayudar a los pacientes a mantener sus niveles de glucosa bajo control. Y es que un buen control glucémico no solo reduce el riesgo de complicaciones orales, sino que también mejora la respuesta al tratamiento dental, reduciendo los efectos negativos de la conexión entre diabetes y salud oral.
- Los pacientes deben ser conscientes de los riesgos que la diabetes representa para su salud oral. Es labor del dentista proporcionarles información clara y comprensible sobre la relación entre diabetes y salud oral para motivarlos a seguir una rutina de cuidado más estricta.
- Para pacientes con problemas específicos, como la boca seca, puedes recomendar productos diseñados para aliviar estos síntomas, como geles o enjuagues bucales especiales que estimulen la producción de saliva. También ayuda el tomar pequeños sorbos de agua de forma frecuente.
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