Guía para la rehabilitación dental tras una endodoncia

La endodoncia se ha convertido en un recurso indiscutible para la rehabilitación dental ofreciendo la posibilidad de salvar el diente cuando hace algunos años no se hubiera dudado en extraer.

En ocasiones, la pulpa dentaria, que se encuentra en el interior del diente, se inflama o infecta debido a la formación de caries profundas, traumatismos o lesiones endoperiodontales. El procedimiento más común, también conocido como tratamiento de conducto radicular, es eliminar la pulpa dental enferma. Una vez que se ha realizado, se limpia y sella la cámara pulpar y el/los canales/es radiculares del diente. El tratamiento finaliza cuando el diente ha sido restaurado y su funcionalidad es completa.

La rehabilitación dental tras una endodoncia implica tener en cuenta una serie de factores como el grado de destrucción, la evaluación del estado periodontal, la situación en la arcada o el material de reconstrucción ideal. Solo un examen exhaustivo de los mismos posibilitará la elección de la opción de rehabilitación dental más adecuada.

Efectos de la endodoncia

Tras una rehabilitación dental de este tipo, las piezas dentales pierden vitalidad pulpar y el tejido sobrante permanece debilitado. Los cambios que suele experimentar un diente endodonciado son los siguientes:

  • Pérdida de la estructura dentaria. Disminuye la resistencia del propio diente y aumenta la incidencia de fracturas.
  • Pérdida de elasticidad de la dentina. Se produce una degradación, en la que las fibras de la dentina se vuelven más rígidas y menos flexibles.
  • Disminución de la sensibilidad a la presión. Se reduce la eficacia de los mecanismos de defensa que los dientes y el tejido periodontal tienen frente a fuerzas excesivas.
  • Alteraciones estéticas. Se producen cambios cromáticos y de coloración porque la dentina se ha visto alterada por la limpieza de la zona coronal de restos de tejido pulpar o por la gutapercha – el material de obturación de conductos radiculares-.

Diagnóstico previo a la rehabilitación dental

El paso antes de llevar a cabo la rehabilitación dental es una valoración que determinará si el diente es o no restaurable o, por otro lado, necesita un tratamiento previo para poder ser restaurado.

Evaluación post-endodóntica

No es sino valorar la endodoncia que se ha realizado. Si el pronóstico es dudoso, sería necesario recurrir a un retratamiento endodóntico. En los casos en el que se fracase, habría que posponer la restauración, realizar una apicectomía que, si no funciona, podría exigir una exodoncia.

Evaluación de la cantidad de tejido dentario remanente

Si queremos restaurar una pieza es necesario contar de 1 a 2 milímetros de estructura coronal remanente. Cuando no existe suficiente estructura coronal podemos someter al diente a un tratamiento ortodóntico o periodontal y, si no fuera posible, optar por una exodoncia.

Evaluación periodontal

Antes de colocar una restauración, debemos observar si hay alguna patología endoperiodontal. Existen tres factores a tener en cuenta:

  • Proporción corona-raíz.
  • Área de la superficie periodontal.
  • Configuración de la raíz.

Son aceptables solo aquellos dientes, comprometidos periodontalmente, en los que el nivel óseo permita colocar un perno por debajo de la cresta alveolar.

Evaluación estética

Es clave realizar una minuciosa selección de los materiales y procedimientos que conserven el aspecto translúcido y natural del diente ya que, de no ser así, podemos encontrarnos con cambios de coloración del diente endodonciado.

Evaluación de la morfología radicular

Es especialmente importante si pretendemos hacer la restauración con un perno. Solo si disponemos de un trayecto radicular recto y grueso podremos hacer una restauración con un perno.

Evaluación biomecánica

Es fundamental tener en cuenta los siguientes factores:

  • Localización del diente en la arcada.
  • Análisis de la oclusión.
  • Interés del diente como pilar de prótesis fija o removible.

Tipos de tratamientos de rehabilitación dental tras una endodoncia

Cada caso exige un tratamiento, y para ello contamos con diversas técnicas de rehabilitación dental, así como distintos materiales. Por lo tanto, podemos dividirla en dos grupos de acuerdo a las características que presentan:

Dientes anteriores

Las fuerzas de flexión son mayores debido al ángulo de carga con respecto al eje longitudinal del diente.

La relación corona-radicular es aproximadamente 1:2. Este motivo convierte a los pernos en la opción más empleada para el sector anterior.

Por otro lado, el tipo de tratamiento posendodóntico lo establecerá el grado de destrucción de la corona, la necesidad de corregir la dirección y la morfología del canal.

De esta manera, podemos fijar la siguiente clasificación en función del tipo de lesión:

  • Lesión coronaria mínima. En estos casos observamos los bordes marginales intactos, el reborde incisal intacto, el ángulo intacto, oclusión favorable y estética tolerable. La reconstrucción más recomendable sería con composite con el fin de sellar el acceso cameral.
  • Lesión coronaria moderada o media. Para la reconstrucción de este tipo de lesiones, depende de la estética que requiera o la oclusión que presente. Teniendo en cuenta estos dos factores se podrá rehabilitar de forma conservadora (composite) o con cobertura completa y/o perno y muñón.
  • Lesión coronaria importante. Cuando la afectación es máxima se precisa una cobertura completa coronaria y perno.

Dientes posteriores

Debido a su estructura y a las grandes fuerzas oclusales que soporta la zona posterior, su restauración tiene unas necesidades diferentes.

A diferencia de los dientes anteriores, la relación que poseen es de 1:1 aproximadamente. Por este motivo, aunque existan matices, en la mayoría de los casos podremos llevar a cabo la restauración sin emplear un perno, manteniendo los tejidos y prolongando la vida de la pieza dental.

Así pues, a continuación, se establece la siguiente clasificación según el grado de afectación:

  • Lesión coronaria mínima. Con estas lesiones, suele existir la pérdida de una sola cúspide, las fuerzas oclusales son pequeñas y el riesgo de fracturas es mínimo. Por lo tanto, para rehabilitar el diente se opta por el composite, la amalgama o incluso con un inlay u onlay.
  • Lesión coronaria moderada. Cuando tratamos una lesión de este tipo, la rehabilitación más adecuada es un recubrimiento cuspídeo, que puede realizarse con una reconstrucción-corona, poste de fibra de vidrio u onlay; dependerá de la carga oclusal que soporte el diente.
  • Lesión coronaria importante. Para estos casos, la reconstrucción se realiza con poste de fibra de vidrio y corona.

Materiales necesarios para la rehabilitación oral

La rehabilitación oral se encarga de restaurar y recuperar la estética y la función oclusal del paciente, a través del correcto diagnóstico y ejecución de un plan de tratamiento que permita alcanzar este y otros objetivos necesarios y particulares en cada caso.

En función del nivel de destrucción que haya sufrido la pieza dental, la reparación puede ser de dos tipos:

Composites estéticos o amalgamas

Se usan en dientes que han sufrido pequeños daños. Por tanto, simplemente será necesario rellenar la parte perdida de la pieza dental con composite.

  • Composite estético: Los composites, también conocidos como “resinas compuestas”, son materiales dentales que se usan para realizar empastes (procedimiento para tapar caries) u obturaciones en restauraciones estéticas. Es uno de los materiales más utilizados actualmente en el campo de la Odontología.

Amalgama: La amalgama dentales un material de empaste compuesto de una combinación de mercurio con otros elementos como la plata, el cobre y el estaño.

Poste intrarradicular y corona

Se utilizan en dientes que han sufrido una mayor destrucción, dado que la parte perdida del diente no se puede rellenar con composite por ser demasiado grande. En estos casos, se debe insertar un perno o poste de fibra de vidrio y, posteriormente, colocar una corona o funda.

La colocación de ambos -perno o poste de fibra de vidrio y corona- es especialmente importante en los molares. Estas piezas dentales se utilizan constantemente, ya que intervienen activamente en la masticación.

Por su parte, la fibra de vidrio es un material muy resistente, estético y que no se corroe. Con todo ello, reforzamos la pieza dental y le damos durabilidad al tratamiento.

  • Poste intrarradicular: También llamados pernos dentales o espigas, son elementos que se introducen en los conductos radiculares (de las raíces) de los dientes que previamente han sido endodonciados. Esta estructura sirve para reforzar estas piezas dentales y aumentar la resistencia de ellas. Los pernos dentales pueden estar formados de varios materiales:
    • De metal, como oro, acero inoxidable o titanio.
    • De fibra de carbono o de fibra de vidrio. Son de base orgánica reforzados con fibras. Proporcionan una mayor estética y una translucidez variable, por lo que son los más indicados en las zonas estéticas anteriores.
  • Corona: La corona dental es una réplica exacta en tamaño, forma y color del diente original. Gracias a este tipo de prótesis, es posible proteger una pieza deteriorada o rota. Las coronas devolverán la estética y funcionalidad original del diente. Podemos encontrar coronas que se componen de diferentes materiales:
  • Coronas de metal-cerámica: Fabricadas mediante sistema CAD-CAM de última tecnología que aporta gran calidad en el resultado y un ajuste óptimo. Se utilizan sobre todo para cubrir piezas deterioradas, ausencias de piezas o en la rehabilitación implantológica.
  • Coronas de cerámica: Están realizadas exclusivamente con cerámica y aportan una gran estética y naturalidad (óxido de zirconio y disilicato de litio).

Pronóstico y seguimiento de la rehabilitación dental llevada a cabo

Una vez finalizada la rehabilitación dental tras una endodoncia, es fundamental realizar un seguimiento posterior para comprobar su evolución. Las visitas regulares al odontólogo y la comparación entre las radiografías del “antes” y el “después” determinarán si el tratamiento ha cumplido su cometido.

Todos los tipos de tratamientos de rehabilitación oral se realizan bajo anestesia local, por lo que el paciente no experimenta ningún dolor mientras está siendo sometido a dicho procedimiento.

Sin embargo, una vez concluido, los tejidos que rodean el diente habrán quedado inflamados y podrán aparecer molestias cuando pase el efecto de la anestesia. Por ejemplo, dichas molestias pueden producirse al realizar actividades cotidianas, como comer o beber.

En el caso de sentir algún tipo de dolor, éste desaparecerá a los pocos días y podrá ser controlado mediante la medicación pautada por el especialista.

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