En el ámbito de la Odontología cuando hablamos de tipos de Implantes, estamos haciendo referencia a la clasificación de los mismos en cuanto a su forma de anclaje con respecto a la Prótesis Dental, es decir al tipos de conexiones en implantes dentales con la Prótesis Dental. Existe un gran abanico de instrumental para la cirugía e implantología dental, pero en lo que a tipos de implantes se refiere únicamente existen dos tipos diferentes.
En la actualidad los implantes más utilizados son: los de conexión interna y externa.
Implantes conexión externa
En el año 1969 el Profesor Branemark diseñó lo que a día de hoy conocemos como implantes de conexión externa estándar o en honor a su creador “tipo Branemark”. Desde el comienzo de la utilización de la técnica de osteointegración hasta la actualidad, son los más utilizados.
Estos implantes se diseñaron con la única finalidad de ayudar en la colocación del implante en boca del paciente, pero lo curioso es que nunca fueron concebidos para resistir fuerzas que no fueran en sectores mandibulares en pacientes edéntulos y en una rehabilitación fija atornillada.
Cuando este tipo de implante fue utilizado después para restauraciones parciales o unitarias, el hexágono pasó a ser utilizado para prevenir la rotación del intermediario y la corona.
Con el paso del tiempo, la evidencia científica y la praxis diaria la industria de la implantología observó los inconvenientes que suponían este tipo de implantes; carencias que producían grandes fracasos en las rehabilitaciones y, por consiguiente, insatisfacción del paciente portador de los mismos.
Los tornillos pasantes que sujetaban y fijaban la prótesis o las coronas a los implantes no tardaban, una vez colocados, en aflojarse y, en el peor de los casos (que es de constatar muy habitual) romperse, produciendo un fracaso en las rehabilitaciones.
En algunas ocasiones esta movilidad de los implantes, por culpa del aflojamiento de sus tornillos de prótesis, provocaba pérdida ósea en los implantes afectados produciendo enfermedades periimplantarias y un gran riesgo de pérdida de estos.
Se buscaron soluciones de todo tipo para aumentar la estabilidad y durabilidad de estos implantes, pero en una gran mayoría de los casos seguía aflojándose o rompiéndose.
Alternativas para atenuar los inconvenientes de la conexión externa:
- Mejorar el diseño del tornillo y uso de materiales alternativos.
- Aumentar las dimensiones del hexágono y plataforma protésica.
- Precisión del ajuste sobre el hexágono.
- Torque utilizado para asegurar los tornillos.
- Introducción de una ligera conicidad en la interfase.
Implantes conexión interna
Los implantes de conexión interna nacen de la necesidad de solventar todos estos inconvenientes. Basan su diseño en el apoyo en la repartición de fuerzas, ya no sólo externamente con un hexágono de una u otra determinada altura, sino que tiene una unión interna en gran parte del interior del implante produciendo una mayor estabilidad en el conjunto del implante corona.
Los implantes con conexión interna tienen varias ventajas, como son:
- Mejor absorción y distribución de las fuerzas
- Minimizan al máximo los micromovimientos.
- Aflojamiento del tornillo nulo.
- Menor microfiltración bacteriana.
- Menor reabsorción de la cresta marginal.
Decantarnos por un tipo de conexión en implantes dentales u otra dependerá siempre, en primer lugar, de cada caso en particular, y en segundo lugar, de las características de la marca que vaya a ser utilizada en la intervención. El profesional que realice la operación debe utilizar materiales de marcas de confianza y calidad para garantizar el éxito del tratamiento de implantes.
Aunque no existen estudios estadísticamente significativos que puedan garantizar que un tipo de conexión sea mejor que otra, siempre debemos seguir las recomendaciones de los profesionales sobre que tipo de implantología se adapta mejor a nuestro caso.
