Los cambios fisiológicos y anatómicos que conlleva el proceso de envejecimiento y que condicionan la capacidad funcional del organismo deben ser tenidos en cuenta por el dentista a la hora de prestar atención al paciente, adaptando este servicio a la odontología geriátrica.
Los cambios morfológicos que experimenta el cuerpo según avanza la edad, con una salud comprometida por problemas dentales, mentales o nutricionales, así como con la convivencia frecuente de otras patologías, hace que el paciente geriátrico tenga unas necesidades específicas en consulta que merecen ser conocidas y atendidas en consecuencia por el dentista.
Para poder establecer un adecuado protocolo de atención al paciente geriátrico, desde DVD Dental nos detenemos en todos aquellos cambios propios de la vejez que repercuten de manera directa en la atención odontológica.
Cambios fisiológicos durante la vejez que influyen en la atención odontológica
Es propio de esta etapa la aparición de pigmentaciones en la mucosa oral y en la piel, debidas en la mayoría de los casos a una melanosis fisiológica o racial, muy frecuente en los labios, la lengua o las encías.
Las limitaciones motoras, visuales y mentales son muy frecuentes también a esta edad, por lo que se hace especialmente recomendable que el dentista sea capaz de indicar técnicas de aseo simples pero efectivas. Implementar el uso de cepillos e hilo dental adaptados a las necesidades de estos usuarios es una estrategia de éxito.
Por otra parte, es muy común que el paciente geriátrico presente alguna patología a mayores de las cuestiones de salud oral abordadas en consulta. Es fundamental, por tanto, conocer a fondo el historial clínico del paciente, saber si está bajo tratamiento médico y si el cuadro clínico que presenta está estabilizado. El dentista debe asegurarse de todo ello antes de comenzar cualquier procedimiento de odontología geriátrica.
Los problemas de salud oral más frecuentes en la odontología geriátrica
La ausencia de piezas dentales, las restauraciones precedentes o una escasa conciencia y formación en materia de salud oral, con la creencia de que la pérdida de dientes está unida de manera natural e inevitable al envejecimiento, son los principales retos que debe enfrentar el odontólogo a la hora de tratar al paciente geriátrico.
Por otra parte, es importante tener en cuenta que la aplicación de algunos procedimientos estándar puede verse alterada: efectos secundarios de anestésicos locales, peligro de complicación ante extracciones, falta de hueso para la colocación de implantes, higiene oral que no puede ser desempeñada de forma autónoma por parte del paciente…
Además de conocer al detalle el historial clínico del paciente y establecer un diagnóstico certero, se hace necesario idear medidas alternativas y métodos para la adopción de los tratamientos regulares al paciente geriátrico, sin sacrificar en la calidad asistencial.
Manejo odontológico del paciente geriátrico
En esta etapa de la vida se presentan en el sistema estomatognático modificaciones de muy diversa índole. Para atenderlas debidamente, se deben seguir una serie de cuidados en la atención del paciente geriátrico.
Es deseable que la clínica dental diseñe sus propios protocolos de odontología geriátrica al paciente, comenzando por formas equipos multidisciplinares con al menos un experto orientado a comprender el manejo de pacientes con situaciones especiales, ya sea la demencia o distintos grados de diversidad funcional.
Finalmente, la prevención es uno de los puntos más relevantes para preservar la calidad de vida y la salud oral del paciente geriátrico. Con este enfoque, desde la clínica dental, se asegura la conservación de un mayor número de piezas dentales y en el mejor estado posible a la llegada de la vejez.
