Mejores prácticas para tratar las infecciones faciales de origen dental

Las infecciones faciales de origen dental, ya sea por la existencia de una pieza infectada o de una caries que no ha recibido el tratamiento oportuno, es un problema de salud que tiene su origen, lógicamente, en la cavidad oral. Por este motivo, el abordaje que se hace a este tipo de patologías debe ser odontológico. En función del momento en el que se localice la infección, la estrategia para tratar la patología varía. Desde DVD Dental, tu proveedor en material odontológico, te contamos cómo.  

Qué es un absceso facial y qué síntomas tiene 

Cuando una infección facial odontogénica no recibe el tratamiento oportuno puede extenderse a través de la raíz del diente, crecer dentro del hueso y llegar, incluso, a los tejidos blandos alrededor del rostro. En este caso, estamos ante un absceso facial. En ocasiones, sus síntomas lo delatarán, ya que podremos advertir asimetría facial, sensibilidad al tacto, enrojecimiento en la piel y dolor. Si estamos ante una infección muy avanzada, es posible que incluso exista un cierto drenaje interior que también nos puede advertir de la existencia del absceso. 

Los principales peligros de las infecciones faciales de origen dental son las posibilidades de propagación a otras partes del cuerpo, por lo que se recomienda actuar frente al absceso en las primeras 24 horas, de lo contrario las bacterias pueden entrar al torrente sanguíneo y afectar órganos fundamentales como el corazón.  

Los abscesos faciales pueden localizarse en un amplio número de zonas de la cabeza y el cuello: en la garganta o en la mandíbula son especialmente peligrosos. En el caso de que el absceso alcance las vías respiratorias el paciente puede experimentar dificultad para tragar y respirar, especialmente en posición horizontal. En estos casos, teniendo en cuenta que estamos ante signos preocupantes, la recomendación es asistir a urgencias de inmediato, ya que se debe priorizar la permeabilidad de las vías respiratorias. 

No es lo más habitual, pero los abscesos faciales con origen dental pueden ascender hasta localizarse alrededor del ojo. El edema periorbitario cuando es de grandes dimensiones provoca incluso que el ojo no pueda llegar a abrirse debido a la hinchazón. En último caso y, por fortuna, de manera poco frecuente, los abscesos faciales pueden incluso llegar al cerebro, también en estos casos de gran gravedad, debemos remitir al paciente a un servicio de cirugía maxilofacial o a urgencias. 

Tratamiento de infecciones faciales de origen dental 

Lo primero que debe hacer el odontólogo es evaluar el grado de severidad de la patología. El tratamiento antibiótico es preceptivo en las fases de detección temprana y puede ser combinado con otros, como el quirúrgico, en función de las necesidades del caso.  

Se debe elegir siempre un antibiótico y de amplio espectro bactericida, ya que en general, estamos ante infecciones mixtas y polimicrobianas. La amoxicilina, frecuentemente combinada con el ácido clavulánico, será la opción preferente siempre que lo indique un odontólogo/médico. En caso de alergia a la penicilina, los macrólidos, por su parte, como la eritromicina, la espiramicina o la azitromicina, pueden ser buenas alternativas. 

Cuando la infección facial es significativa, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico. Éste consistirá en una incisión quirúrgica con posterior drenaje de la zona afectada. Las intervenciones de este tipo, por norma general, puede planificarse con gran celeridad y realizarse en menos de 24 horas. Es posible que pueda requerirse el ingreso en el hospital, entre uno y tres días, en los cuales el paciente continuará con un tratamiento analgésico y antibiótico complementario administrado por vía intravenosa. 

El odontólogo en base a la evolución del tratamiento antibiótico planificará el procedimiento dental a seguir de acuerdo a cada caso.

Beneficios de los colutorios

Es cierto que la clorhexidina es el agente más eficaz en el control del biofilm y en el tratamiento de las enfermedades periodontales de origen bacteriano o fúngicas. A través de su uso las podemos eliminar y limitar que los microorganismos dañinos proliferen sin control en la cavidad bucodental.

Enjuague bucal ideal para el control de la placa bacteriana antes y después de la cirugía oral, las extracciones dentales y la colocación de implantes. Específico para uso limitado durante el tratamiento.

Cuando el tratamiento ha resuelto el absceso y el paciente recupera la salud de la zona, finaliza con la visita posoperatoria al especialista con el fin de verificar que todo marcha correctamente.

Desde DVD Dental, tu proveedor de material dental, esperamos que esta guía de buenas prácticas para el tratamiento de infecciones faciales de origen dental te haya resultado de utilidad. Trabajamos cada día para ayudarte a prestar el mejor servicio al paciente. 

 

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