El objetivo de este post es reunir información sobre los diversos tipos de pruebas y proporcionar herramientas para elegir el tipo de prueba a realizar en cada situación clínica. En términos generales, los métodos de detección del virus pueden clasificarse en tres estrategias diferenciadas, cada una de ellas con sus ventajas y limitaciones:
1) Detección del material genético del virus (Test RT-PCR).
2) Detección de proteínas del virus mediante el uso de anticuerpos específicos que se unen a estas proteínas (Test de antígenos)
3) Detección de los anticuerpos generados de una persona que se ha infectado (test serológico).
Generalmente, la muestra a analizar con la PCR y el Test de antígenos es a través del raspado con hisopo en la mucosa nasofaríngea u orofaríngea o también con una muestra de saliva.
Recoger la muestra en la mucosa nasofaríngea es la prueba de referencia ya que SARS-CoV-2 es detectable en dichas localizaciones anatómicas durante varias semanas después de la aparición de los síntomas (8-10).
Los test de RT-PCR requieren el uso de instalaciones de laboratorios para procesar y obtener los resultados pero los test de antígeno y serológicos (también conocidos como test rápidos) utilizan dispositivos para diagnóstico in vitro, siendo técnicas bien establecidas y rápidas en la obtención de resultados (entre 10-30 minutos entre la toma de muestra y la lectura de resultados.
Test disponibles actualmente en España para la detección de la COVID-19
a) Técnica de PCR: Detección del material genético del virus (RNA). Utiliza material recogido de la nasofaringe mediante un hisopo. Resultados proporcionados dentro de las 24-48h posteriores a su realización aproximadamente.
b) Pruebas de antígenos: Detectan proteínas estructurales que conforman el virus. Este tipo de prueba también utiliza material recogido de la nasofaringe mediante un hisopo y se mezcla con solución reactiva. La lectura de resultados puede hacerse entre los siguientes 10 – 30 minutos.
c) Test de anticuerpos o pruebas serológicas: Detección indirecta del virus a través de una extracción sencilla y mínimamente invasiva de sangre capilar, suero o plasma. Esta prueba permite obtener los resultados entre los siguientes 10 – 30 minutos de la extracción de la muestra.
Las principales diferencias entre cada tipo de test COVID-19
La diferencia en las pruebas rápidas está relacionada con el tipo de material detectado. En las pruebas de antígenos detectamos material viral y en las pruebas serológicas identificamos la respuesta inmunológica del cuerpo.
En general podemos decir que las pruebas de antígenos deben utilizarse cuando hay síntomas sospechosos y las pruebas serológicas cuando queremos conocer el estado inmunológico de una persona que ha podido estar en contacto con el virus.
Los test serológicos detectan cualitativa o cuantitativamente si un paciente ha desarrollado anticuerpos contra el virus, estos necesitan de 5 a 14 días para desarrollarse y ser detectados en la sangre. Las pruebas detectan bien anticuerpos totales o los diferentes isotipos IgM, IgG e IgA. Las IgMs suelen aparecer entre los días 4-7 tras la infección, mientras que los de tipo IgG aparecen a las dos semanas tras la infección, con un valor máximo a día 21. Los de tipo IgA tienen una cinética de aparición similar a la IgM, pero puede detectarse durante más tiempo.
Fiabilidad de los test COVID-19
Las pruebas deben tener un alto nivel de precisión medido por:
- Sensibilidad: Probabilidad de detectar personas infectadas.
- Especificidad: La probabilidad de que una prueba sea negativa, si la enfermedad no esta presente.
Las pruebas deben tener una buena sensibilidad (pocos falsos negativos) y una buena especificidad (pocos falsos positivos).
Para utilizar la prueba se deben seguir estrictamente las instrucciones de uso, por lo que estas pruebas deben ser realizadas por profesionales sanitarios autorizados y formados para la recogida de muestras.